Judith Kusel: Antes de nacer, nos enseñaron cómo sería la vida en este planeta.
12 de mayo de 2023
Además, todos sabíamos que la tierra vieja dejaría de existir y que nacería la tierra nueva.
Como almas, estábamos muy emocionados porque esto era algo sin precedentes y, lo que es más importante, porque presentaba la oportunidad dorada para que todas las Almas Viejas (aquellas en su encarnación final) finalmente cumplieran su misión y al mismo tiempo subieran de nivel y lograran la maestría más alta.
Muchos de nosotros, las Almas Viejas, a menudo hemos tenido nuestras vidas más difíciles en la Tierra, porque hemos sostenido la luz en medio de la mayor oscuridad, hemos sido perseguidos y asesinados. Por supuesto, el alma vive, y aunque mataron nuestros cuerpos, no importa cuánto lo intentaron, nunca pudieron extinguir la luz.
Lo que sea que entonces sembramos en las bolsas de semillas de luz suprema y amor incondicional, ahora está madurando en el llamado final del alma para elevarse aún más y servir desinteresadamente y con gran amor.
Como Almas Viejas, hemos sido testigos y experimentado todo. Hemos estado allí, hemos representado el papel del actor en el escenario de la vida planetaria, hemos sido tanto santos como pecadores, amables y crueles, amorosos y mezquinos, y hemos experimentado la vida en su oscuridad así como en la luz. .
Sin embargo, todo esto fue solo una preparación para lo que debemos hacer ahora, mientras dejamos atrás todas estas vidas, pasadas y presentes, y damos gracias a cada vida y función por servir al mayor crecimiento y bien de nuestra alma.
Al fin y al cabo, nosotros éramos los precursores que hemos estado encarnados desde 1950 hasta 1994 y claro que sabíamos en lo que nos metíamos, pero a la vez ninguno de nuestros más altos guías podía decirnos exactamente lo que iba a pasar porque como yo dijo que nunca había sucedido antes.
Además, cada alma tiene libre albedrío y libre elección. Tus propias decisiones libres determinan el resultado. En verdad, todos creamos nuestra propia realidad a través de las elecciones que hacemos. Como alma, uno nunca puede eludir la ley divina de la responsabilidad. Eres responsable de tus propias elecciones libres y de lo que co-creaste a través de ellas.
Pero ahora es el momento en que nosotros, como almas viejas, estamos llamados en este momento trascendental a elevarnos aún más alto.
Atreverse a dar un paso hacia lo desconocido y ahora ser lo suficientemente valiente como para empezar de nuevo.
No hay un camino establecido, pero el resultado ya está divinamente determinado.
Ahora se trata de usar nuestros sistemas de guía internos, creencias y conocimiento interior profundo para navegar por lo desconocido. Con esto debe venir un estado de exploración, incluso de curiosidad, la confianza infantil de que todas las herramientas que necesitamos para explorar y crear lo nuevo ya están ahí.
Hemos obtenido la sabiduría de muchas vidas, vidas paralelas en otras galaxias, sistemas estelares, universos y, por supuesto, nuestra propia galaxia de origen con la que nuestras almas están eternamente conectadas y sintonizadas. Muchos de nosotros somos almas muy evolucionadas y ahora es el momento de profundizar en la sabiduría y el conocimiento eternos del alma misma, con el pleno apoyo de la superalma y la mónada (grupo de almas).
Algunos de nosotros pertenecemos al grupo de conexión de almas que cuenta con 144.000 almas y, por lo tanto, tenemos aún más apoyo en todas las formas y maneras.
Para mí, esto es un renacimiento total en todas las formas y en todos los sentidos. Superación de viejas posesiones.
Ahora tenemos el desafío de recordar, aplicar el conocimiento de nuestra alma interior y sacar a relucir nuestros dones, talentos y habilidades únicos, incluso mientras ahora llevamos a la humanidad a ingresar a lo desconocido e inventar lo nuevo, en formas co-creativas y forma unificadora, con gran amor.
Cumplir la misión es de suma importancia ahora.
Se nos recordará esto todos los días en los próximos días y años.
Solo con el corazón y el alma se puede hacer esto, y el corazón y el alma pueden expandirse cósmicamente; la mente finita no puede, y ahora estamos dando un paso más allá de la mente humana hacia la totalidad de la vasta extensión de la conciencia cósmica, que es ilimitada.
Por Judith Kusel
